Quien no ha salido en una bonita mañana de sol y buena temperatura a dar una hermosa vuelta, porque realmente te apetecía, ha saludado al amigo que paseaba al perro o que te ha visto de casualidad mientras pasaba con la bici o también encuentras a tu vecina de 60 años haciendo footing con sus amigas, que hablaban euforicamente de lo que le ha pasado a la Mari del cuarto, a mi desde luego, me ha pasado.
El día sigue siendo realmente perfecto, y tu sigues andando como si nada, mientras disfrutas más y más de la libertad que tu jefe te ha concedido. De repente, notas que la canción que toca a continuación en el aparato de música, no te gusta (todo mientras sigues andando) y te tiras un buen rato eligiendo una que te haga sentirte una estrella de Holliwood , y cuando la has seleccionado y parece que todo va a ir a mejor... ¡hay esta! alguna vez tenía que aparecer, la cuesta.
La miras desafiante, cual baquero del oeste. Pasa el tiempo mientras decides si subirla o rendirte a sus pies, darte la vuelta y marcharte. Decides, mientras te piensas que la cuesta te hace burla, darte la vuelta cuando de repente suena una canción que te da fuerza, te giras otra vez y piensas "cuesta, te matare, te voy a subir, y luego me reiré en tu cara", y comienzas a subir.
La subida de las cuestas son como la tabla de evolución del ser humano. Los primeros metros te los subes recto, como un campeón. Avanzas mas, pero ya no estas tan recto, aunque todavía es aguantable.
Ahora te encuentras en la mitad de la cuesta, tu vida empieza a peligrar. Miras abajo, miras arriba, te miras a ti mismo y decides tomar un descanso de un minuto. Continuas avanzando y ya entras en la posición chimpancé, porque estas encorvado y delirando. Últimos metros. Todo te parece imposible. Tus manos casi rozan el suelo, pero sigues adelante. Por fin, te levantas y después de sentirte orgulloso, Te ríes de la cuesta, miras hacia abajo y piensas que eres el rey del mundo. Y ahora hay que volver a bajar.
Ahí que ver que de obstáculos hay en el mundo, y ademas son tan graciosos que le llaman CUESTA a algo que te supone esfuerzo para que te vayas mentalizando de que te va costar superarlo... Bueno, lo bueno de esto, es que si alguien quiere ponerse a régimen, no hace falta irse al gimnasio y pagar 80 euros por mes, ya que con las cuestas ya tenemos suficiente.
Aitziber
No hay comentarios:
Publicar un comentario